Con motivo de la finalización del primer trimestre y la llegada de la Navidad, los alumnos de Iluminación, Captación y Tratamiento de Imagen hicimos una excursión a Madrid para visitar dos exposiciones fotográficas, aprovechando también la decoración navideña que vestía las calles principales de la ciudad y fotografiar sus luces.
Primero nos dirigimos a Tabacalera, allí se encontraba la exposición
Cespedosa de Juan Manuel Castro Prieto.
El folleto informativo de la exposición escrito por Chema Conesa nos hace un breve resumen de Juan Manuel Castro Prieto y su exposición.
"Cespedosa de Tormes es el pueblo de los antepasados de Juan Manuel Castro Prieto y el eje de su referencia sentimental. Allí recibió los dones del amor y realizó su primera fotografía."
"...el autor ha ido construyendo con sus imágenes un discurso introspectivo que ha terminado conformando todo un recorrido por su memoria y sus sueños. (...) enhebrado en la tarea siempre fronteriza de la creación fotográfica..."
"De este pueblo salmantino ha extraído los elementos formales, los objetos representados (...). De sus habitantes la inspiración, la motivación afectiva. (...) el autor añade su sabiduría técnica, su interpretación poética..."
"...un proyecto-río construído inconscientemente a lo largo de muchos años que ejemplifica la confluencia de diferentes etapas de crecimiento expresivo en el uso del lenguaje fotográfico..."
"...una representación de su universo íntimo, lo que de verdad le importa y la aseveración de una determinada forma de mirar."
La exposición estaba dividida en cinco proyectos. Cada uno de ellos ocupaba las diferentes Galerías que en conjunto unifican el edificio junto con la entrada. También se podía ver el documental "Cespedosa, raíces de la memoria" en una de las salas y dos proyecciones separadas, una situada en la galería cuatro y la otra que se encontraba en la galería cinco.
El primero de los proyectos es conocido como
"Primeras fotos" 1977 - 1982
El segundo proyecto lleva como título
"Bocetos" 1992 - 2011
El tercer proyecto se conoce como "Escrito en las sombras" 1983 - 1998
El cuarto proyecto porta el nombre de "Círculo inverso" 1996 - 2012
El quinto de los proyectos es conocido por "Una incierta luz" 2007 - 2016
A nivel personal esta exposición no me llamo demasiado la atención. Tuvimos la oportunidad de ir con visita guiada y en cuanto a las historias que contenía cada uno de los proyectos alguno me resultó interesante, pero no como para llamar mi atención en exceso.
Se nos propuso seleccionar dos fotografías que llamasen nuestra atención, bien por el contenido de la imagen o por la historia o el concepto que contenía la propia representación.
Proyecto "Bocetos" 1992 - 2011. Se trata de un proyecto donde se exhibe diferentes fotografías en formato polaroid. La fotografía al instante, contar una historia vivida con pequeños fragmentos plasmados en papel, el recuerdo del revelado analógico con las diferentes anotaciones cicatrizadas sobre papel por la tinta.
"Escrito en las sombras" 1983 - 1998
Se trata de un paisaje en blanco y negro perteneciente a la serie Escrito en las sombras, proyecto conocido como Cespedosa realizado por el fotógrafo Juan Manuel Castro Prieto entre 1977 - 2016. Las fotografías están realizadas en el pueblo de sus antepasados, Cespedosa de Tormes, que se encuentra en la provincia de Salamanca situado a 54Km de la capital.
Juan Manuel Castro Prieto es un fotógrafo español nacido en Madrid en 1958. Economista de formación su vinculación con la fotografía nace en 1977 y de manera autodidacta comienza a realizar sus primeras tomas.
A comienzos de los ochenta, ingresa en la Real Sociedad fotográfica de Madrid. En 1990 viaja a Cuzco, Perú para hacer junto a Juan Manuel Díaz Burgos los positivos del maestro peruano Martín Chambi a partir de las placas de cristal originales.
Su último trabajo, Cespedosa, es un proyecto personal sobre la memoria. Utiliza la fotografía para constatar la realidad oculta tras la aparente lógica de lo cotidiano. En sus imágenes hay belleza, misterio,inquietud. Tras ellas se oculta una tenue simbología vinculadas con cuestiones recurrentes en el imaginario del autor como el nacimiento, la muerte, el sexo o la religión.
El formato elegido por Castro Prieto en esta fotografía es rectangular con un encuadre y orientación horizontal. Es un formato común en paisajes, produce un sentimiento de serenidad y espacio a la vez que estabilidad y dirección.
El autor de la fotografía nos ofrece un plano general del paisaje en el que se encuentra, y una visión angulada similar a la que tiene el mismo, es decir, normal, simulando así un punto de vista subjetivo del ser humano frente a unas vistas paisajísticas.
La imagen tiene una apreciación clara, con una gran profundidad de campo donde el punto mas alejado, que son las nubes, y el mas cercano, como en este caso la carretera, quedan perfectamente enfocados pese a que el alto contraste que presenta la fotografía no deje distinguir bien.
Como acabo de decir tiene un alto contraste de sombras y luces. La luna es participe de iluminar el camino o carretera que a su vez nos conduce a la misma luna cuando la carretera se pierde en el punto de fuga. En conjunto se concibe cierta armonía en la representación, es decir, la carretera nos lleva hacia un lugar que nosotros mismos podemos imaginar pero al ocultarse el camino nuestra mirada se dirije hacia el punto de luz que es la luna, como si hubiésemos alcanzado nuestra meta/objetivo.
El resto de la imagen se muestra con sombras salvo el cielo que no exhibe ni alto ni bajo contraste sino que se queda en un gris medio.
Desde el punto de vista técnico a primera vista podemos darnos cuenta de los puntos principales que componen la imagen (la Luna, punto de luz y la carretera, punto de fuga permitiendo en la imagen profundidad). La carretera nos muestra dos líneas paralelas que forman el camino y divide a su vez el paisaje en dos pudiendo decir que se obtiene una ligera simetría exceptuando las pequeñas cimas que se encuentran a nuestro lado izquierdo que rompe con esa simetría completa.
Las líneas en profundidad dibujan un triángulo convergiendo con la base de la fotografía y la Luna un círculo, en cuanto a la Ley de tercios divide la imagen en dos partes: la superior y la inferior. También el autor de la fotografía respeta esta ley y concentra toda su atención dentro de la misma.
Para el revelado de imagen los negros de la parte inferior se encuentra muy empastado o así se ve en esta imagen, para comprobarlo sería necesario ver la imagen original. En el cielo parece que puede verse algo de ruido pero tengo la misma opinión que antes, sería recomendable ver la fotografía original y verlo con exactitud. La luna aparece demasiado quemada pero al tratarse de una fotografía nocturna el tiempo de exposición es largo y corremos ese riesgo.
La iluminación es natural y toda la luz que presenta la imagen viene de una única fuente de luz (la Luna) situada en lo alto (cenital).
Al fin y al cabo una fotografía que te lleva hacia un camino, un camino elegido por ti, infinito cargado de ilusiones, metas, sueños pero a su vez con dificultades. La calma y la serenidad, el formato apaisado genera un equilibrio en la carretera gracias a sus lados. Una fotografía sencilla y repetitiva pero que no te deja indiferente, te introduce en el propio camino y te invita a su observación durante unos minutos.