
Chema Madoz nace en Madrid en 1958. Fue discípulo de Javier Valhonrat en los talleres de fotografía del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Estudia historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, carrera que simultanea con los cursos de fotografía del Centro de Enseñanza de la Imagen. En 1983 realiza su primera muestra individual en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. Desde 1990 comienza a desarrollar el concepto de objetos, tema que será una constante en su fotografía hasta la fecha. La obra de Madoz se acerca a la variante de las esculturas perecederas; caracterizadas por una sencillez total, siempre en blanco y negro con una cuidadosa iluminación y primorosa simplicidad en la fabricación de los objetos que fotografía.
PREMIOS
Premio Kodak España (1991)
Premio Nacional de Fotografía (2000)
Premio Higasikawa Overseas Photographer del Higasikawa PhotoFestival (Japon, 2000)
Premio PhotoEspaña (2000)
OBRAS DESTACADAS
La imagen Indeleble
Seis Fotógrafos Madrileños
Cuatro Direcciones de la fotografía Española
Información obtenida en http://www.españaescultura.es
En mi ámbito personal Chema Madoz no ha sido ni es un fotografo que me cause mayor atención, tal vez por el estilo que tiene o simplemente porque a mi me gusta otro tipo de fotografía. Si que es verdad que muchas de sus fotografías me han llamado la atención cuando las he visto y para nada me han dejado indiferente. No tenía pensado hacer un guiño a Chema Madoz porque cuando se nos propuso esta práctica directamente pensé en hacer una fotografía homenaje relacionada con Ciuco Gutiérrez pero por casualidad y sin pensarlo en un concurso fotográfico que se hace en clase se propuso como tema la perspectiva y sin darme cuenta estaba haciendo una fotografía al estilo Chema Madoz, increíble.


La fotografía tiene por título Ciberbug, el terrible ataque de la cucabot, el origen de este título viene porque cuando termine con la fotografía y se la mostré a uno de mis compañeros ofreciéndome el mismo varios títulos que yo después conjugué terminando con este título.
Se trata de una cuchara posada sobre un tenedor apoyado por su parte delantera sobre la superficie. Para que la cuchara se tuviera tuve que unir los dos cubiertos con cinta fill(celofan). La base la diseñé con Illustrator, me hice una plantilla y la imprimí sobre un folio en blanco. Coloque el motivo haciendo coincidir las líneas con las puntas del tenedor y comencé a iluminar la escena con un flash externo. La imagen presentaba siempre reflejos horribles sobre los cubiertos y no conseguía que se reflejase la base en la cuchara como yo quería. Dándole muchas vueltas a la cabeza se me ocurrió la idea de iluminar desde abajo, para ello desplegué un reflector circular que tengo para que hiciese el trabajo de mesa de bodegón y difuminase la luz proyectada por el flash. Coloqué la escena y me puse a iluminar y bualá, encontré lo que quería conseguir.
Sobre el fondo al principio coloque dos folios para que fuese blanco y después decidí cambiarlo y ponerlo blanco. Este el el resultado de la imagen.
Me recuerda a una mosca gigante con ojos enormes y unas grandes patas, el hecho que esté en una base con muchos puntos de luz da la sensación de estar en un espacio virtual
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ResponderEliminarEsto sí que es sacarle partido a una foto, jeje.
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